Una relación no es sana si en ella hay maltrato, falta de respeto, un comportamiento controlador o abusivo. Algunas personas viven en hogares en los que sus padres se pelean o se maltratan a menudo, ya sea emocionalmente, verbalmente o físicamente. Para algunas personas que se han criado en un ambiente de este tipo, este comportamiento puede parecer normal o correcto. ¡Pero no lo es!Muchos aprendemos observando e imitando a las personas que tenemos cerca. De modo que alguien que ha vivido en un ambiente en el que las personas se comportaban de modo violento y sin respetar a los otros, es posible que no haya aprendido a tratar a los demás con amabilidad y respeto o a esperar que se le trate de esa manera.
Cualidades como la amabilidad y el respeto son requisitos
indispensables para una relación sana. Alguien que aún no haya incorporado
estos aspectos tiene que trabajar en ellos con un psicoterapeuta antes de estar
preparado para una relación. Mientras tanto, aunque te sientas mal o sientas
lástima por alguien que está siendo objeto de malos tratos, es importante que
te cuides; no es sano permanecer en una relación que implique maltrato del tipo
que sea.
Señales
de advertencia
Cuando un novio o una novia utiliza insultos verbales, un lenguaje
desagradable, crítica despreciativa, pega o abofetea al otro o lo fuerza a
practicar sexo, es una señal de advertencia de que hay maltrato verbal,
emocional o físico.
Pregúntate, mi novio o novia:
·
¿se enfada cuando no abandono todo por él o por ella?
·
¿critica la manera en que me visto o mi aspecto, y dice que no
encontraré a nadie más que quiera salir conmigo?
·
¿pretende que no vea a mis amigos o que no hable con otros chicos
o chicas?
·
¿quiere que deje una actividad, aunque sea algo que me encanta
hacer?
·
¿me levanta alguna vez la mano cuando se enfada, como si fuera a
pegarme?
·
¿trata de forzarme en el sexo a ir más allá de donde yo quiero?
Estas no son las únicas preguntas que puedes hacerte. Si de alguna
manera tu novio o novia intenta controlarte, hacer que te sientas mal por como
eres, aislarte del resto del mundo o —y esto es grave— abusa de ti física o
sexualmente, es el momento de salir de esta relación, ¡rápido! Cuenta a un
amigo o alguien de tu familia lo que está pasando y asegúrate de no correr
ningún riesgo.
Podría ser tentador poner excusas o interpretar mal la violencia,
la posesividad o la ira como una expresión de amor. Pero incluso cuando sepas
que la persona que te está haciendo daño te quiere, hacer esto no es sano.
Nadie merece que le peguen, que le den empujones o que le fuercen a hacer algo
que no quiere.
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